miércoles, 15 de julio de 2020

Gitanillos de Plata
asfalto flamenco,
palmas a la Luna,
rocio sabor a menta
zapatos nuevos,
camisa vieja,
dijo el Gitanillo a la Gitana,
copa de vino, canto un taranto.
Cuesta empinada hacia tu boca
corazón sin piel
labios con carmín, para las abejas.
Yo te espero,
zapateo con mis labios, sin alcanzar sueños.
Gitanillo de plata, yo te quiero
flor en el pecho
ventana a Granada,
cuéntame cómo fue todo,
yo te diré, que no fue nada.
Gitanillos de plata,
tengo tus cadenas, tus ojos
olor albahaca,
romero en mis manos,
yo te doy la vida
borbotones para un corazón sin piel, que anda.
Coraza animal, que dice naufragar
en un mar sin agua,
en islas que no existen
y en playas repletas de sal,
comprendí no tratar de volver
a ese corazón sin piel, Gitanillo de Plata.
En los días de calma
viene la pausa
en tus labios
yo, pirata al abordaje
salvame te digo,
desayuno para dos
cena, para tres,
retiremos las lágrimas
ahora, risas
manos que sostener
un te quiero, ayer
no, un hola después.
Podría ser otro
pero soy yo,
defraudé, una noche a la Luna
cada día, tormenta
como aire azota, la escasa ventana
sin puertas.
Cada paso, su paso
cada perfume, su aire,
cada viento, su silencio,
no me muevo, más allá
de tu sueño fresco.
En tu balcón,
sin velas, ni barco que defender,
corazón, que quiere querer
sin ver, la envoltura de tu piel.

martes, 12 de septiembre de 2017

La muerte, es no estar
y en ocasiones estar siempre presente.
La vida consiste en estar,
aunque parezcas un ausente.
En un viento que te azota y no sabes el destino.
En una mano que te coge y te manda al abismo.
En un corazón a medias y dos estómagos vacios.
En decir hola y responder no me acuerdo.
En mover una silla sin necesidad de sentarse.
En la necedad de los vivos, la sinceridad de los muertos.
La vida, da paso a la muerte

y la muerte no da ningún paso que tenga sentido.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Y las nubes siempre están en su sitio,
los besos cambian de almohada y de sueños
y los adioses, son extraños cuando el corazón se mueve
y cuando se para, es un momento de suspenso
un juego de niños, entre hambre y algo de misterio
y un hola, es decir empezamos el día
un adiós, lo hemos terminado
y el café sigue caliente
y las manos siguen pensando que todavía queda día
todavía hay abrazos
nos quedan manos,
nos queda el tu y yo, suspendido en la nubes
nos queda algo de hambre
y un cuerpo hambriento muerde…..
una flor desciende…..
una nube me recuerda aquel sueño….
y ahí está mi amigo Pedro, que me dice vuelve
y le digo que volver es tiempo….
y tiempo es todo, en ocasiones nada,
y septiembre sigue siendo como marzo,
comiéndome las entrañas, volando….. hasta algún carmín de color malva….
y la malva es mi barrio, de niño dos balones,
pocas zapatillas y muchas ganas…

y las nubes siempre están en su sitio, y yo descifro sueños en el cielo…..

lunes, 17 de julio de 2017

Cuando aprietan tus labios
crecen amapolas en mi estómago
y me sudan las manos
como un parto clandestino
y no te quejes
en los días del perdón a los santos
si mi mano aprieta tu corazón
es porque te quiere tanto…..
y describo tus labios
como aquel pintor, y sus cuadros….
y tengo emborronada la memoria
del carmín de tus labios….
de tu olor y de tu daño
y es que cuando te veo
no estoy contigo, si no mar adentro,
porque tengo una historia de amor
donde los besos son nenúfares
suspendidos en un viejo lago,
donde algún niño juega con ellos
y yo le digo que los salve del miedo a seguir flotando.
Las tormentas, son así, aparecen de repente
todo se lo llevan
dejando agua para su recuerdo
traen el sabor de lo nuevo y de lo viejo
pero si quieres, abrázame que yo te salvo
y recordamos los besos del parque
y del parque sus sueños,
el olor a un puñado de tierra,
a volver a mirar aquellos ojos
y volver a decirles te quiero,
mirar aquel viejo arbusto
que nos parecía un enorme enebro
y ahora sustenta tu nombre en su tronco.
Las tormentas
vienen,
llegan
y sobre todo pasan,
después solo queda agua.

jueves, 6 de julio de 2017

Soy tan bueno y tan malo,
como el dulce y lo salado
como los besos de plata
que se quedan en mis labios
y los de oro que regalas a diario.
Soy el trapecista de tu diario
y aquel que sueña con la boca abierta
esperando tus labios.
Soy la tormenta que nunca aciertas
y la lluvia que no te gusta,
soy la pena que vive andando
y sueña que podría quedarme acostado.

Soy yo, en la manera que Usted quiera.